Es el más potente de los R8. Tiene 550 caballos, pesa 50 kg menos que la versión normal y cuenta con frenos cerámicos. Unas credenciales que le sirven para codearse con los superdeportivos más selectos de la producción mundial. Es el "plus" de los R8.
Audi ha conseguido colocar al R8 entre los superdeportivos más admirados y deseados de la producción mundial. Una tarea nada fácil cuando se trata de codearse con automóviles que tienen sobre el capó insignias cargadas de historia como Porsche, Aston Martin, o incluso Ferrari.
Y para mantener al modelo en la cresta de la ola ha puesto a la venta una versión Plus con relevantes modificaciones que acentúan sus prestaciones y su radicalidad. Las más llamativas son: un aumento de la potencia hasta los 550 caballos, una rebaja de peso de 50 kg, unas suspensiones revisadas más firmes y unos frenos con discos cerámicos.
Audi dice que los 25 caballos suplementarios del motor de 10 cilindros los consigue “gracias a una gestión de motor modificada”. Que los 50 kg los ha rebajado debido a llantas más ligeras, frenos cerámicos, difusor delantero y trasero (de nuevo diseño) más livianos, menor insonorización, y empleo de material CFRP (mezcla de plástico y fibra de carbono) en estructura de asientos, tomas de aire del motor o espejos retrovisores. El motor, un 10 cilindros de 5.2 litros.
Caja de cambios manual de 6 velocidades o robotizada de 7 relaciones y dos embragues. Necesira solo 3,5 segundos para alcanzar los 100 Km/h desde parado. Por su parte los 317 km/h de velocidad punta no parecen utilizables de manera razonable ni siquiera en las autopistas alemanas sin límites de velocidad.
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